La Ruta del Buen Conde

Saldañuela

Palacio del s. XVI, con elegante fachada porticada y patio, adosado a una torre medieval. Construído por Isabel Osorio (dama a quien la tradición popular relaciona con el rey Felipe II), fue restaurado por la Caja de Ahorros Municipal de Burgos, su actual propietaria.

Olmos Albos

Torre, cercana al Palacio de Saldañuela, levantada en 1554. Conserva su almenado y destacan los cubos angulares y la portada renacentista con los escudos de los fundadores, Diego de Gamarra y Leonor de Serón.

San Quirce

Del pueblo de Hontoria de la Cantera parte una desviación hacia la abadía románica de San Quirce. Situada en un valle arbolado, fue fundada, según la tradición, por le Conde Fernán González y consagrada la actual iglesia en 1147. destaca a los pies la puerta principal con bello friso de metopas entre los modillones historiados del tejaroz, así como la cubierta del ábside y la portada norte con buenos relieves. El interior, de una sola nave y cúpula semiesférica sobre trompas bajo la torre del s. XVII, conserva interesantes capiteles y arquería ciega en el ábside. Aquí descansan algunos de los alcaides del Castillo de Lara.

Quintanilla de las Viñas

Al pie de la Peña de Lara, en cuyo extremo se encuentran los restos del castillo de Lara, vinculado a la vida de Fernán González y posteriormente a la ciudad de Burgos, se asienta la ermita de Quntanilla de las Viñas o de Santa María, resto de una iglesia visigoda de fines del s. VII, reducida hoy a la cabecera de planta cuadrada y nave del crucero. Tres frisos de bajorrelieves recorren sus caras exteriores a base de róleos de zarcillos de vid, racimos de uvas, palmetas, aves, gallináceas, pavos, rosácesas hexagonales, monogramas, gacelas, cuadrúpedos fantásticos, etc. Con similar decoración, resalta en le interior el arco triunfal de herradura sobre columnas romanas. Destaca la iconografía existente sobre la clave del arco (busto de Cristo), capiteles (Sol y Luna entre ángeles) y bloques exentos (dos figuras con libro y otras dos flanqueadas por ángeles).

San Pedro de Arlanza

En un bello paraje junto al evocador río, se asientan las ruinas de lo que fue uno del los monasterios benedictinos más importantes de Castilla. San Pedro de Arlanza fue erigido por Gonzalo Fernández, padre de Fernán González el año 912. Aún podemos apreciar los restos de la iglesia comenzada en 1080, así como los de la torre del s. XII, claustro y demás dependencias monacales, tras el abandono sufrido como consecuencia del a Desamortización. Aquí estuvieron enterrados el Conde Fernán González y su esposa Sancha, hasta su traslado a la Colegiata de Covarrubias en 1841. Desde esas fechas, el conjunto ha sufrido un contínuo expolio que le ha privado de sus mejores elementos.

Covarrubias

El recinto urbano, con restos de las viejas murallas, tiene un singular interés y debe ser recorrido con detalle. El origen del actual núcleo arranca de la repoblación efectuada por Alfonso III el Magno. el conde García Fernández, hijo de Fernán González, crea en el 978 el Infantado de Covarrubias, integrado por numerosos lugares, como patrimonio de su hija Urraca. Los monumentos más interesantes son: Iglesia de San Cosme y San Damián (donde se alberga el famoso tríptico de la adoración de los Reyes Magos, realizado a principios del s. XVI por un artista desconocido de fuerte espíritu flamenco), la iglesia de Santo Tomás, el Torreón de Fernán González, el arco del Archivo del Adelantamiento de Castilla, el Crucero, el Rollo Jurisdiccional, la Plaza de doña Urraca y la Plaza de Doña Sancha.

Santibáñez del Val

Desde Santibañez del Val, debemos seguir la desviación que se dirige a Barriosuso. Recorridos dos kilómetros y sobre el río Ura, encontramos la ermita mozárabe de Santa Cecilia de Barriosuso. De ábside cuadrado con ventana cruciforme compuesta por cinco anillos, su interior presenta arco triunfal de herradura e interesante cúpula semiesférica. La construcción básica se puede fechar en el s. X y el atrio de cinco arcos en s. XII. En lugar cercano, encontramos los arranques de un puente romano de un ojo.

Santo Domingo de Silos

Tras recorrer el interesante núcleo urbano, con restos de la muralla s. XII, debemos dirigirnos al monasterio de Santo Domingo, de origen visigodo, que encierra una de las joyas señeras del románico mundial: el claustro monacal. El piso bajo, el más importante, es de fines del s. XI y principios del XII. Posee capiteles de temas orientales y califales españoles de gran belleza y perfección artística sobre dobles columnas. En los ángulos, ocho magníficos relieves desarrollan escenas de la vida de Jesucristo y en el techo, un artesonado mudéjar del s. XIV muestra escenas de la vida medieval. La primitiva iglesia románica de la que se conserva el tramo sur del crucero, fue demolida en le s. XVIII para construir la actual, obra de Ventura Rodríguez. Debe visitarse el museo que además de manuscritos del antiguo escriptorio del monasterio, presenta un cáliz del s. XI, una patena de los ss. XII-XIII con camafeos romanos, una cabeza femenina romana o una paloma eucarística del los ss. XII-XIII. La antigua botica, reune una buena colección de tarros de Talavera y un laboratorio con viejo instrumental.

La Yecla

A dos kilómetros y medio de Santo Domingo de Silos en dirección a Caleruega, se encuentran dos túneles que perforan el macizo de la Yecla. Paralelo a ellos, existe un profundo tajo de impresionante belleza, que puede ser recorrido en su totalidad a través de una estrecha plataforma.

Excma. Diputación Provincial de Burgos